¿Lácteos si, lácteos no? ¡Qué tema controvertido! Muchos profesionales de la salud a favor y muchos en contra. Si te sentís confundidx y no sabés si comprar leche de vaca o de almendras, ¡te entendemos!
Aquí te contaremos por qué nosotras te recomendamos evitar los lácteos, y en su reemplazo, utilizar leches, quesos, yogures y cremas vegetales; no solamente porque no producen daño (no restan!), sino porque ayudan a regenerar tejidos y a nutrir (suman!).
#1 ES OTRA ESPECIE. La leche animal tiene los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales de la cría de su misma especie.
#2 HIPERPERMEABILIDAD INTESTINAL (INTESTINO COLADOR). Como toda secreción láctea de mamíferos, la leche animal genera una natural y saludable estimulación de la permeabilidad intestinal, a fin de que el neonato no desperdicie una sola gota de su alimento más fisiológico. Sin embargo, este efecto resulta totalmente perjudicial para los adultos, que necesitan la protección de la mucosa intestinal para evitar el paso de sustancias tóxicas y no digeridas al flujo sanguíneo.
#3 PASTEURIZACIÓN e INFLAMACIÓN. Pastaurizar es someter la leche a altas temperaturas, a fin de eliminar microorganismos vivos. Este proceso cambia la estructura de las proteínas; destruye enzimas, nutrientes termosensibles y microorganismos (quienes permanecen muertos en el fluido y generan en nuestro cuerpo una reacción inflamatoria).
#4 CASEÍNA: MALABSORCIÓN, CONGESTIÓN, MOCO Y ALERGIAS. El 40% de la casína es indigerible. Al igual que el gluten, actúa como pegamento (antes se usaba la caseína láctea para elaborar “cola de carpintero”). Se pega a las paredes del intestino, entorpeciendo la absorción de nutrientes y generando fatiga crónica e inflamación intestinal. Los fragmentos absorbidos provocan un estado congestivo, moco y alergias.

#5 EXORFINAS: ADICCIÓN Y ADORMECIMIENTO. La leche de mamíferos tiene exorfinas (péptidos similares a la morfina), que generan en los neonatos dependencia hacia la madre y estímulo a consumir el alimento, los tranquilizan y los duermen. En adultos genera adicción, adormecimiento y efecto zombie.

#6 GRASA SATURADA y ATEROGÉNESIS. Como consecuencia de la transformación bacteriana de ácidos grasos insaturados en el sistema digestivo de los rumiantes, se produce un proceso de hidrogenación natural que genera 3% de grasas trans en la leche, colaborando con la formación de placas de ateroma (mayor riesgo cardiovascular).
#7 OXICOLESTEROL y ATEROGÉNESIS: El colesterol de la leche en polvo se oxida cuando toma contacto con el aire en el proceso de deshidratación. Se transforma en oxicoleterol, causante de placas de ateroma y en consecuencia, daño en el sistema circulatorio.
#8 FACTOR DE CRECIMIENTO y CÁNCER: La vaca produce naturalmente 59 tipos diferentes de hormonas, destacándose la IGF1, que estimula el crecimiento del ternero (para duplicar su peso en 47 días). El IGF1 es muy activo en humanos, similar a la insulina. En altos niveles se asocia al desarrollo de células tumorales.
#9 HORMONAS SINTÉTICAS y ALTERACIÓN DEL SISTEMA ENDÓCRINO: Las vacas son suplementadas con hormonas sintéticas, las cuales producen un rápido incremento de peso, aumento de la producción de leche y activación de la preñez de las hembras. En nuestro organismo se mimetizan con nuestras hormonas alterando el delicado equilibrio endócrino. Además estimulan la producción de IGF1 y por ello son responsables del desarrollo de tumores.
#10 ANTIBIÓTICOS y DISBIOSIS INTESTINAL. Se utilizan antibióticos en los alimentos balanceados, aplicaciones veterinarias y procesos industriales post ordeñe. Una vez en nuestro cuerpo, estas sustancias destruyen nuestro microbioma, produciendo alteraciones inmunológicas.
#11 INTOLERANCIA A LA LACTOSA. Los adultos no producimos la enzima lactasa (encargada de metabolizar la lactosa). Esta dificultad en la digestión genera putrefacción intestinal, flatulencia, toxemia, diarrea, acidificación de la sangre, inflamación y dolor.
#12 MITO DEL CALCIO: El fósforo bloquea la absorción del calcio. Es por eso que el calcio de la leche vacuna no es eficientemente aprovechable: la mayor parte se precipita en forma de fosfato de calcio, se evacúa por heces y orina. Asimismo, genera acumulaciones anómalas: cálculos, sobrehuesos, cataratas, calcificaciones arteriales y mamarias.
#13 MALTRATO ANIMAL: Explotación, hacinamiento, preñez forzada, engorde, separación de la cría de la madre.
#14 SUPERPOBLACIÓN GANADERA y CONTAMINACIÓN AMBIENTAL: esto genera emisión de gases, agricultura intensiva para alimento animal, tala de bosques para cría y agricultura, cambio climático, empobrecimiento de suelos, inundaciones, extinción de especies, etc
Como te darás cuenta, tomar leche o consumir sus derivados lácteos, altera el ecosistema corporal interno, generando daños en los sistemas, lo que a mediano o largo plazo produce enfermedades «crónicas».
Sabemos que esta info puede chocar con lo que te dijo tu médico toda la vida… Por eso te invitamos a pasarlo por el cuerpo. Hacé tu propia experiencia y probá un mes sin lácteos. Podés reemplazarlos por las opciones vegetales y ver cómo te sentís.
“A veces más que agregar lo que falta, es preciso quitar lo que sobra”.
Si te dan ganas de hacer esta experiencia pero no sabés por dónde comenzar, sumáte al próximo Acompañamiento grupal en cambio de hábitos alimentarios, depuración corporal y reconexión, que ¡seguro hay uno que inicia pronto!
Con amor,
Vivi y Lucy