Una enfermedad inflamatoria cronificada (EIC) es el resultado de mantener por un período de tiempo prolongado, sistemas adaptativos que están diseñados para durar poco:
- estrés físico y mental
- desórdenes hormonales
- reacción inflamatoria
- desequilibrios metabólicos
Estas EIC se manifiestan de muchas maneras, dependiendo de tu predisposición genética, historia familiar, pensamientos, situación emocional, contexto, hábitos, alimentación, etc.

Por nombrar sólo algunos ejemplos: endometriosis, SOP, infertilidad, hipo/hipertiroidismo, nódulos, quistes, diabetes2, hígado graso, fatiga crónica, HTA, ansiedad, depresión, colon irritable, anemias, osteoporosis, gastritis crónica, SIBO, artritis, esclerosis múltiple, fibromialgia, sinusitis, rinitis, alergias, rosácea, acné, psoriasis, dermatitis, cáncer, ¡entre muchas otras!
Aunque hoy se sabe que estas manifestaciones tienen una base inflamatoria, metabólica y por estrés (físico y mental), en la práctica el tratamiento más utilizado es la administración de medicamentos de por vida, dejando de lado la verdadera raíz, que seguirá actuando y profundizando el desequilibrio.

Llamamos síntomas persistentes a las señales de alarma que aparecen previamente a la sentencia del diagnóstico y están mostrando que hay presencia de algún desequilibrio de base. Son manifestaciones concretas del cuerpo en pedido de ayuda. Si la persona no acusa recibo de estas señales, o comienza a taparlas con la administración de medicamentos, los desequilibrios se cronifican y por lo tanto los problemas persisten.
Entre los más comunes en la actualidad, encontramos: contipación o diarrea, acidez, mucosidad nasal o en heces, gases excesivos, dolor de panza, hinchazón intestinal, picazón vaginal o anal, dolor de cabeza, menstruaciones dolorosas o abundantes, falta de energía, problemas con el sueño, caída del cabello, dermatitis, sequedad de la piel o mucosas, gingivitis, etc…

La única manera de tratar eficazmente tanto los síntomas como los diagnósticos de EIC, es atendiendo los llamados de atención, conectando verdaderamente con el cuerpo y activando algún cambio (de hábitos, de creencias, de espacios, de forma de vincularte, etc) que te permita alinearte con vos mismo/a, generando una mayor coherencia con tu Ser.
No hay medicaciones que te curen. Eres tú quien te curas cuando te esuchas y te respetas.
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En el Acompañamiento RETOMAR LA SALUD te guiamos paso a paso a que implementes de forma gradual todas las herramientas del botiquín depurativo y la alimentación desinflamatoria consciente, para que logres revertir los síntomas persistentes y las EIC que estés padeciendo en este momento. Logrando recuperar tu energía vital de manera consciente, para que puedas disfrutar de tu vida cotidiana hoy y siempre.
Dra. Viviana Visús y Lic. Lucía Caminetsky