Filosofía
Vivir tu Luz
EL SISTEMA DE SALUD ESTÁ BASADO EN LA ENFERMEDAD, NO EN LA SALUD
A través del círculo vicioso síntomas→diagnóstico→medicamentos→consulta de control, sin dar importancia a las condiciones que originaron el desequilibrio, se perpetúa la enfermedad en vez de colaborar en el proceso de toma de consciencia y remisión.
LA SALUD ES UN ESTADO DE EQUILIBRIO DINÁMICO
Que contempla no solamente el cuerpo físico, sino el mental, emocional y espiritual, como un todo integrado, tendiente a conservar la vida. Es el estado natural del Ser. En este sentido, “enfermedad” no se opone a “salud”, sino que es una parte de ese equilibrio.
“LA ENFERMEDAD” NO EXISTE.
Desde una mirada integrativa del Ser, podríamos definir a “la enfermedad” como un estado de equilibrio en disconfort que nos permite frenar y mirarnos. Podría ser un ángulo más desde el cual observar los procesos de salud.
NADIE SANA A NADIE Y NADIE SE SANA SOLO
Creemos profundamente que el trabajo de revertir una enfermedad cronificada es un proceso de transformación personal. No hay un “otro” que pueda hacer que yo me cure (ni médico, ni familiar, ni amigx). Pero tampoco es posible hacer ese viaje de transformación sin vincularse con otros. Es en el entramado vincular, donde habita la posibilidad de sanarnos a nosotrxs mismxs.
LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS NO SE GENERAN DE UN DÍA PARA EL OTRO, NI SON PARA SIEMPRE
Nuestro moderno estilo de vida, la permanente exposición a situaciones de estrés emocional y la equívoca información que nos ha llegado sobre cómo debemos alimentarnos, han logrado colapsar la natural armonía de nuestro cuerpo, generando situaciones de disconfort. Podríamos decir entonces, que la “enfermedad crónica” es la manifestación de un profundo desorden del ecosistema interno que se ha perpetuado en el tiempo. Es la forma que encuentra nuestro cuerpo de adaptarse al medio adverso que le proponemos.
ENFERMAR PARA NO MORIR
Entendemos a los síntomas como parte de complejos sistemas biológicos de compensación que buscan conservar la vida. Buscan el restablecimiento del equilibrio del medio interno para que la persona no muera. Si escuchamos al cuerpo, esas incomodidades pueden ser un interesante y oportuno llamado de atención que nos invita a salir del piloto automático y revisar ciertos aspectos de nuestra vida que tal vez necesitemos modificar.
MÁS QUE TAPAR SÍNTOMAS, BUSCAR CAUSAS PROFUNDAS
De la misma manera que tapar el tablero del auto no resuelve el problema de la nafta, tapar los síntomas con medicación no resuelve el desequilibrio que lo origina. La medicación sintética tomada crónicamente anestesia el síntoma escondiendo el problema debajo de la alfombra. En VIVIR TU LUZ te proponemos mirar hacia adentro: ¿Estás cómodx en tu trabajo o en tus vínculos? ¿Qué alimento le estás dando a tu cuerpo? ¿Estás estresadx? ¿Necesitas depurar tu cuerpo? Si tu deseo es sanar, te será fundamental trabajar sobre las causas profundas de los desequilibrios.
CRONIFICADA, NO CRÓNICA
Además de heredar la genética, heredamos los hábitos, alimentación, costumbres, creencias, forma de vincularnos, entorno. Si pudiéramos desnaturalizar estas situaciones y hacer los cambios que creamos necesarios en nuestro estilo de vida; tal como nos enseña la Epigenética, los síntomas podrían revertirse y los diagnósticos disolverse.
LA INFORMEDAD NOS INFORMA
Llamamos informedades a “las enfermedades” ya que nos traen un informe, un mensaje profundo del alma. Si conectamos con esa data, posiblemente descubramos algo novedoso sobre nosotrxs mismxs que nos permita una profunda transformación.
LA DESMEDICALIZACIÓN COMO PROCESO DE TRANSFORMACIÓN PERSONAL
Que resulta de modificar creencias, hábitos, limpiar el cuerpo y buscar el equilibrio “más armónico” del ecosistema biológico interno. De ese recorrido surge la posibilidad de dejar de necesitar la pastilla.
AUTOGESTIONAR NUESTRA PROPIA SALUD ES POSIBLE
Recuperemos la confianza en nuestro cuerpo; utilicemos la intuición como guía de camino; tomemos el timón de nuestro barco. Para hacernos cargo de nosotrxs mismxs. Aprender a pedir ayuda, sin delegar en otro la responsabilidad del cuidado de la propia salud. Sembrar y regar la semilla de la libertad y la autodeterminación.