La sal no goza de buena fama en la actualidad. «Muchos médicos y nutricionistas insisten en reducir la cantidad de sal en nuestras comidas para combatir, entre otras cosas, la hipertensión. «No como con sal, soy hipertenso». Sin embargo, la sal resulta indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y una carencia de los oligoelementos que componen la sal, puede llevarnos a una múltiple cantidad de enfermedades. Mantiene el equilibrio hidroelectrolítico del cuerpo, ayuda a la transmisión de los impulsos nerviosos, a cicatrizar heridas o a mantener el PH celular. Pero, ¿de qué sal estamos hablando?
HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA
Antiguamente se consideraba a la sal como base de la salud. La sal de cristal de roca estaba reservada a la aristocracia (llamada “sal de reyes”), mientras que la plebe consumía la sal proveniente de la evaporación del agua de mar. La medicina antigua le daba a la sal un rol importantísimo.
Los romanos la usaban como moneda de cambio (“salario” procede de “salarium” que significa “ración de sal”). Los alquimistas consideraban a la sal como el 5to elemento además del agua, tierra, aire y fuego. A lo largo de la historia, la sal ha sido controlada por los poderosos, sujeta a impuestos y considerada cuestión de Estado, de ahí el nombre “oro blanco”. Una de las razones de las Cruzadas de la Edad Media tenía que ver con el comercio de la sal y las especias.
Existen registros de que Platón ha recibido cura a base de agua de mar. Basándose en dicho testimonio, hacia el 1900 el investigador francés René Quinton comenzó a experimentar con el plasma marino, logrando sanar su tuberculosis. A partir de esta experiencia, fundó hospitales llamados “Dispensarios marinos”, donde curaba a niños y adultos de graves afecciones de salud, con inyecciones de agua de mar. Tras su muerte y el florecimiento de la industria farmacéutica, se ha ocultado esta valiosísima herramienta. En 1982 la administración francesa le retiró al plasma de Quinton el status de medicación autorizada para uso subcutáneo, aprobándola solo como “complemento dietario bebible”. (Ver artículo sobre el agua de mar)
¿POR QUÉ ALGO TAN SALUDABLE SE HA CONVERTIDO EN UN VERDADERO VENENO?
El centro de la cuestión está en la refinación industrial. Aquí te compartimos los negativos efectos de dicho procesamiento:
Exceso de sodio. A través de la sal refinada ingresa al organismo una gran cantidad de sodio, que si bien es necesario en la química corporal, hoy en día se consume mucho más de lo que se necesita, y además, en su forma inorgánica (poco asimilable para el organismo).
Ausencia de oligoelementos. Desde el punto de vista químico, la diferencia entre una sal marina integral y la moderna sal de mesa de uso corriente, resulta abismal. La evaporación del agua de mar, deja un residuo sólido compuesto por 88 oligoelementos de la tabla periódica. El cloro y sodio representan el 86% de su composición, pero la importancia cualitativa para nuestro organismo de ese 14% restante es verdaderamente extraordinaria.
El cloruro de sodio puro tiene un gran valor para la industria, ya que es un excelente reactivo que resulta muy económico. Por esta razón se perfeccionó la técnica de refinación y limpieza, a fin de conseguir la máxima pureza en la producción de cloruro sódico. La sal refinada se utiliza para:
- 93% la industria: producción de plásticos, aceites minerales, desmoldantes, etc
- 4% como conservante alimentario
- 3% restante sal de mesa
El CAA (Código alimentario Argentino) autoriza expresamente en el artículo 1264, el cloruro de sodio para consumo humano proveniente de “procesos adecuados de recuperación de las industrias”.
Antinatural. el cloruro de sodio como compuesto químicamente puro, no existe en la naturaleza. Lo mismo ocurre con la sacarosa (azúcar blanca). El organismo no reconoce estas sustancias de extrema pureza, las considera tóxicas, por lo tanto, las rechaza.
Aditivación tóxica. El cloruro de sodio sufre la aditivación de otros compuestos refinados, obligatorios por ley: yodo y flúor. Ambos son minerales tóxicos y reactivos en las formas antinaturales que se adicionan industrialmente. ¿Para qué se agregan? El yodo para la tiroides y el flúor por la salud dental. Sin embargo, lejos de resolver los problemas, esta aditivación resulta tóxica, ya que el cuerpo no puede metabolizar la suplementación artificial de yoduros/yodatos y fluoruros. Muchos científicos están advirtiendo que estos compuestos son los principales responsables de variedad de problemas de salud, e incluso de la formación de nitratos (sustancias cancerígenas) en el estómago.
¿QUÉ EFECTOS GENERA EL CONSUMO FRECUENTE DE SAL REFINADA EN EL CUERPO?
Recordemos que el consumo de sal no está únicamente dado por el agregado de sal refinada a las comidas, sino que también (y fundamentalmente) el cloruro de sodio se cuela en nuestra mesa a través de los productos ultraprocesados que compramos en el supermercado y kioscos. Ante el flujo frecuente de cloruro de sodio, el organismo pone en marcha los siguientes mecanismos de compensación a los fines de mantener la homeostasis hidroelectrolítica del medio interno:
- Esfuerzo cardíaco (problemas cardiovasculares).
- Retención de líquidos y edemas
- Sobrepeso y obesidad
- Celulitis
- Cristalización y esclerosis
¿QUÉ SAL ES REALMENTE NUTRITIVA E INCLUSO NECESARIA?
Para tener un buen equilibrio hidroelectrolítico en el organismo, es importante incluir la llamada SAL COMPLETA. ¿Cuál es? Una sal natural: sal de roca y la que se genera por la cuidadosa evaporación del agua de mar.
Dra. Viviana Visús
Médica integrativa
Lucía Caminetsky
Lic. en Nutrición